#Compartir no es delito
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#Compartir no es delito dice la Fundación Karisma para la defensa de Diego Gómez, el biólogo colombiano que compartió una tesis en Internet sin permiso de su autor. La pena que se ha pedido por la violación de los derechos de autor es de 8 años de cárcel (el tribunal lo ha absuelto pero la fiscalía recurrirá), más de la que se pide por cometer actos violentos o de trata de personas (El País, 30-05-2017). Sin duda sumamente desmedido y por otro lado, no parece que esta protección de los derechos de autor en Colombia vaya precisamente en beneficio de la investigación actual y futura de autores y autoras sino que más bien es muestra del mantenimiento de viejos hábitos que no acaban de asimilar la necesidad de que el conocimiento científico debe estar disponible tanto para la comunidad científica como para toda la sociedad.
No se trata de un caso de plagio en el que se suplanta la autoría con total impunidad sin reconocimiento alguno de quien la ostente sino simplemente del hecho de compartir un documento que no es tuyo. Lo que extraña es que el autor no haya agradecido que Diego Gómez le haya dado difusión a un trabajo, no olvidemos, de carácter académico. Al plantearse que esta acción contra lo que atenta es contra el derecho patrimonial se le supone interés en la explotación comercial de la obra, pero ¿No se trataba de un trabajo académico? Como el propio biólogo comenta los entornos académicos hoy en día son otros y la Ley debería adaptarse a esos nuevos entornos.
Comentario al artículo de Sally Palomino: La odisea de un biólogo colombiano por compartir una tesis sobre anfibios en Internet El País, 30 de mayo 2017