¿Cómo medir la ciencia abierta? Principios para el Seguimiento de la Ciencia Abierta
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En los últimos años, muchas universidades, centros de investigación y organismos públicos han apostado por la ciencia abierta: compartir datos, facilitar el acceso a los resultados, fomentar la colaboración y conectar con la sociedad, con el objetivo de conseguir una investigación más accesible, equitativa y útil para todas las personas.
Hasta ahora, los sistemas de seguimiento eran desiguales, difíciles de comparar y, en muchos casos, dejaban fuera aspectos fundamentales como el impacto social o la inclusión. Por eso, la Iniciativa de Seguimiento de la Ciencia Abierta (OSMI) y la UNESCO han trabajado durante más de un año para crear una propuesta común, con la participación de más de 150 personas expertas de 41 países. El resultado es el documento: Principios para el Seguimiento de la Ciencia Abierta.
Estos principios son una guía orientativa para ayudar a instituciones, administraciones y comunidades científicas a diseñar sistemas de seguimiento de la ciencia abierta que sean justos, útiles y sostenibles. No están pensados para evaluar a personas investigadoras individuales, sino para comprender mejor cómo avanza la ciencia abierta en distintos contextos.
El seguimiento debe respetar la diversidad de prácticas, disciplinas y culturas científicas, y poner el foco no solo en los resultados, sino también en los procesos, los valores y las personas.
Los tres pilares del seguimiento responsable
1. Relevancia y significado
- Los indicadores deben ser claros, adaptables y útiles para la toma de decisiones.
- Se deben construir de forma colaborativa, con participación real de comunidades científicas y sociales.Tienen que reflejar la diversidad de lenguas, regiones, disciplinas y realidades institucionales.
- Se recomienda usar marcos modulares, con un equilibrio entre datos cuantitativos y cualitativos.
2. Transparencia y posibilidad de reproducir los datos
- Se promueve el uso de datos e infraestructuras abiertas, siempre que la legalidad y la ética lo permitan.
- Todos los indicadores deben estar acompañados de documentación pública sobre su origen, su tratamiento y su uso.
- Es clave garantizar que los resultados puedan ser verificados, reutilizados y comprendidos por distintos públicos.
3. Autoevaluación y uso responsable
- Los propios sistemas de seguimiento deben revisarse y mejorarse con el tiempo.
- Es necesario evaluar también el impacto ambiental del seguimiento.
- No se deben usar los indicadores para hacer rankings ni comparaciones descontextualizadas.
- Se promueve que los resultados de las evaluaciones se usen como refuerzo positivo, no negativo.
Puedes consultar el texto completo aquí