Una isla de cine
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El libro digital lanzado en soporte digital por el Cabildo de Gran Canaria pretende ser un homenaje a un hombre que entregó su vida al cine. Su inadvertida, pero valiosa, peripecia vital ha sido rescatada para rememorar a lo largo de este trabajo impulsado por el centro Gran Canaria Espacio Digital, la época dorada de las salas cinematográficas de Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, Sáhara y Guinea, desde la irrupción del cine mudo al sonoro.
Rafael Hernández fue un apasionado proyeccionista fallecido en 2013 al que debemos la custodia de un valioso archivo documental alrededor de la historia de buena parte de las salas de cine existentes en la isla durante los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado.
El antiguo proyeccionista de diversos cines de la isla poseía esta documentación guardada celosamente en su domicilio de Schamann sobre cines y proyecciones en Las Palmas de Gran Canaria, que forma el grueso de este trabajo que ha podido completarse con la información recogida en entrevistas realizadas al propio Rafael Hernández, que aún mantenía una prodigiosa memoria antes de su triste fallecimiento.
Su legado forma parte de nuestra historia y se nos propone ahora, en forma de libro digital, como un elemento consustancial más de la cultura de Gran Canaria.
Con la edición digital de este libro se ha recuperado parte de la historia , sociedad y cultura de la provincia de Las Palmas, este libro que además de un montón de historias, anécdotas y otros chismes cuenta con un interesante anexo con: fichas de cines de Las Palmas, cantidad de cines incluidos por Rafael Hernández Marrero y muestras de documentación administrativa
Ficha del libro:
Reproducción de un fragmento del libro
El primer cine de Las Palmas de Gran Canaria se encontraba en el Gabinete Literario 6, en la Alameda de Colón.
La primera vez que se proyectó una película en Las Palmas de Gran Canaria fue, creo, el 12 de julio de 1897. Yo no había nacido aún, pero así lo afirma por lo menos El Diario de Las Palmas de ese día, que recoge en sus páginas la noticia de que llegaba a la ciudad un señor con un cinematógrafo o “maravilla de la fotografía instantánea”.
Enlace a Jable con crónica en el Diario de Las Palmas del 12 de julio de 1897