Aniversario literario: voces que siguen vivas en sus palabras

03 Diciembre 2025

"Escribir es un acto de resistencia, una forma de desafiar al mundo y dejar una huella duradera en él". Toni Morrison

Faltan unas semanas para que despidamos el año 2025. Durante el mismo se ha celebrado el centenario del nacimiento de algunas y algunos de los autores más importantes de la Literatura universal. Hoy reseñamos algunas de sus vidas, con vídeos que nos acercan a su vivencia y producción literaria. En la Biblioteca Universitaria de Las Palmas de Gran Canaria, disponemos de sus obras que puedes obtener desde nuestro catálogo.

Carmen Martín Gaite

Ella fue una de las escritoras más importantes de la literatura española del siglo XX. Nació en diciembre de 1925 en Salamanca, en una familia culta que fomentó desde muy temprano su interés por la lectura, el arte y el pensamiento crítico. Estudió Filología Románica en la Universidad de Salamanca, donde entró en contacto con intelectuales y escritores que marcarían su carrera. En 1953 se trasladó a Madrid, donde comenzó a participar activamente en los círculos literarios de la época. Fue una figura destacada de la llamada Generación del 50, junto a autores como Ignacio Aldecoa, Ana María Matute o Jesús Fernández Santos, con quienes compartió preocupación por la posguerra y un estilo literario sobrio y observador. Su obra se caracteriza por el análisis profundo de las relaciones humanas, la introspección, la memoria y la situación de la mujer en la sociedad. Cultivó numerosos géneros como la novela, el ensayo, el teatro o la literatura infantil. Entre sus obras más reconocidas se encuentran: Entre visillos (1957) , Premio Nadal; Ritmo lento (1963); Nubosidad variable (1992); o Lo raro es vivir"(1996). Murió el 23 de julio del año 2000 en Madrid, dejando una obra amplia, influyente y profundamente humana. Su legado sigue siendo fundamental para entender la narrativa española contemporánea, especialmente en lo relacionado con la identidad femenina y la posguerra.

Yukio Mishima

Este es el seudónimo de Kimitake Hiraoka, uno de los escritores japoneses más influyentes y polémicos del siglo XX. Novelista, dramaturgo, ensayista y figura pública controvertida, su vida combinó literatura, estética, disciplina física y obsesión por el honor y la tradición samurái. Nació en enero de 1925 en Tokio. Estudió Derecho en la Universidad Imperial de Tokio, preparándose para una carrera como funcionario, aunque su vocación literaria pronto dominó su vida. Comenzó a publicar en su juventud y muy pronto se convirtió en una figura destacada dentro de la literatura japonesa de posguerra. Entre sus obras más conocidas se encuentran: Confesiones de una máscara (1949), obra semiautobiográfica que explora identidad, sexualidad y ocultamiento; El Pabellón de Oro (1956) inspirada en el incendio real del templo Kinkaku-ji; una de sus obras maestras o Sed de amor (1950), entre otras. Su pensamiento unía la estética y belleza, una muerte heroica, la tradición samurái y la búsqueda de sentido en la modernidad. Falleció en noviembre de 1970, tras someterse al ritual de seppuku. Es considerado junto con Kawabata y Tanizaki, uno de los grandes escritores japoneses modernos.

Ana María Matute

Ana María Matute fue una novelista y académica española, reconocida por su sensibilidad literaria, su mirada única hacia la infancia y su tratamiento profundo de la posguerra española. Es considerada una de las grandes voces de la Generación del 50. Nació en julio de 1925 en Barcelona, en el seno de una familia acomodada. Pasó parte de su infancia en Mansilla de la Sierra (La Rioja), un entorno rural que influyó de manera decisiva en su imaginario literario. A los ocho años enfermó gravemente, lo que la mantuvo convaleciente durante meses; este periodo estuvo marcado por la lectura y la observación, elementos fundamentales en su formación como escritora. La Guerra Civil española, que vivió de niña, dejó una huella profunda en su visión del mundo y en su obra. Con tan solo 17 años escribió su primera novela, Pequeño teatro, que años después ganaría el Premio Planeta en 1954. Su obra se caracteriza por una mirada poética, simbólica y a veces dura; el protagonismo de la infancia como territorio de vulnerabilidad y lucidez; la exploración del desencanto, la violencia y la soledad en la posguerra; y el interés por lo fantástico y lo mitológico. Su literatura emplea un lenguaje preciso, emotivo y lírico. Recibió numerosos reconocimientos y distinciones como el Premio Nacional de las Letras en 2007, el Premio Cervantes en 2010 y fue miembro de la Real Academia Española desde el año 1996 (silla K). Ana María Matute murió en junio de 2014 en su ciudad natal, a los 88 años. Entre sus numerosas obras encontramos algunas como Primera memoria (1959), Los soldados lloran de noche (1963), La trampa (1969) u Olvidado Rey Gudú (1996).