El silbo canario, patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad
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Un lenguaje silbado
Existe un amplio consenso dentro de la comunidad científica y académica en atribuirle al silbo canario un origen norteafricano, mucho antes de la llegada de los europeos a las islas y cuando los indígenas canarios aún se expresaban en sus diferentes lenguas guanches. Es a partir del siglo XVI cuando el silbo empieza a adaptarse al castellano hasta llegar a la actualidad. Ampliamente usado en todo el archipiélago, aunque más extendido en la isla de La Gomera, la aparición de la tecnología, la emigración canaria y la llegada de nuevos habitantes foráneos ha reducido su papel de medio de comunicación a distancia en el resto de nuestras Islas por su abrupta geografía, repleta de valles, riscos y barrancos. Partiendo de este hecho diferencial, el silbo fue clave particularmente para las gentes del campo, quienes siempre vivieron de la agricultura y ganadería local. En la colección multimedia de Memoria digital de Canarias se pueden consultar filmaciones y videograbaciones, además de otras fuentes documentales, que muestran la importancia de este destacado bien cultural de nuestras Islas. Uno de ellos es el titulado El silbo gomero, lenguaje silbado de la isla de La Gomera.
Los aborígenes de La Gomera
Aunque sus orígenes son todavía inciertos, la teoría más aceptada es que los indígenas gomeros fueron bereberes originarios de Ghomara, en el norte occidental de Africa. La Isla se dividía entonces en cuatro cantones: Mulagua, Hipalán, Orone y Agana. Fueron territorios que actualmente ocupan los valles de Hermigua, San Sebastián, Valle Gran Rey y Vallehermoso. Era un pueblo eminentemente ganadero, con cultura y tradiciones que se mantienen aún hoy día como el silbo, el salto del pastor o la producción del guarapo (sirope de la palmera canaria) y la harina de cereal tostada, denominada gofio.

Además de los restos conservados en el Museo Arqueológico de San Sebastián de La Gomera, todavía se pueden observar numerosos yacimientos arqueológicos como los del centro religioso y de sacrificios hallado en el Alto de Garajonay, el observatorio de las Toscas del Guirre, en donde medían el tiempo marcando los solsticios, que reúne el mayor panel de escritura líbico-bereber del Archipiélago, o el yacimiento de La Fortaleza en Chipude. El artículo Palabras indígenas de la isla de La Gomera, recoge parte del vocabulario que empleaban y su significado.
El silbo en el Archipiélago Canario
La historia de este medio de comunicación oral, según las investigaciones realizadas por el Catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y Premio Canarias D. Maximiano Trapero, demuestra que fue utilizado por los aborígenes prehispánicos en todo el Archipiélago canario, particularmente en las islas más montañosas y siempre para compensar la comunicación que no podía ser posible de otro modo en largas distancias.
El silbo canario permanece y se está rescatando particularmente en la isla de Gran Canaria y también en Tenerife y El Hierro. Desde su fundación hace más de quince años, la asociación grancanaria Yo Silbo se dedica a rescatar este medio identitario con impartición de formaciones, organización de jornadas con especialistas en la materia y exhibiciones. En su página web ofrece ocumentales como El lenguaje silbado en la isla de Gran Canaria o El lenguaje silbado en la isla de Tenerife: tráiler documental.
El Aula de Silbo de la ULPGC
En el año 2024 la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en colaboración con la Asociación Yo Silbo, puso en marcha el Aula de Silbo que incluye formaciones como el taller básico de silbo para el público en general. Nace de la inquietud surgida en la ULPGC por rescatar, conservar y divulgar esta tradición en la sociedad canaria. El Aula pretende ser un foro de promoción y apoyo a la investigación de un ámbito poco explorado, favoreciendo el encuentro de especialistas en historia, etnografía, sociolingüística, fonética y bioacústica, entre otras disciplinas.

