Lectura 101: «La Bella Durmiente» de Gabriela Cabezón Cámara
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Le viste la cara a Dios
nació de la invitación en 2010 de la editorial española Sigue Leyendo a participar en el proyecto de reelaborar para público adulto los cuentos de hadas clásicos. La inspiración de Gabriela Cabezón Cámara sería La bella durmiente, a la que transformó en «Beya durmiente», cuya historia se mueve en un universo de dolor y violencia bien distinto del original.
La trama desarrollada por la escritora argentina se valió del caso de Marita Verón, la joven desaparecida en Tucumán en 2002. Un caso que tuvo eco mediático y público en Argentina cuando se puso en relación con la trata de personas y la prostitución forzada. Aunque los imputados en su secuestro y extorsión terminaron siendo condenados en 2013, no se ha logrado encontrar y recuperar a Marita. Pero al menos sirvió para poner en el disparadero el problema de la trata en Argentina y para impulsar una fundación que brinda asistencia a las víctimas y sus familias.
El relato de Gabriela Cabezón salió en formato ebook en 2011. Un año después, la bonaerense La Isla de La Luna lo lanzó en papel. La posibilidad de trasladarlo al formato gráfico surgió de un proyecto colaborativo para un volumen colectivo entre escritoras/es y dibujantes. En él iba a participar Iñaki Echeverría, autor de tiras en la prensa argentina, ilustrador de libros y coautor de relatos gráficos. Su encuentro con nuestra escritora desembocó en Beya (Le viste la cara a Dios), la novela gráfica objeto de este librofórum. Suya fue la decisión de emplear un dibujo en blanco en negro y la inclusión de elementos de la iconografía cristiana y representaciones de obras de arte célebres. Por lo demás, la nueva versión se estructura en cinco capítulos, en lugar de los tres del texto del que surgió. La publicó Eterna Cadencia Editora en 2013, el mismo año en que Sibila Camps, periodista del diario Clarín, sacaba a la luz el resultado de once años de investigación sobre el caso Marita Verón.
La recepción de nuestra obra, en su forma original y en la gráfica, fue ampliamente positiva. Como es lógico, causó impacto en Argentina, donde la distinguió el Senado y fue declarada de interés social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. La crítica profesional resaltó sus cualidades literarias y su aportación a la lucha contra las redes de trata de personas. Además, ha sido adaptada al teatro en al menos un par de ocasiones.