Cine con O de Orgullo

20 Junio 2025

Volvemos con la segunda entrega de MediaFlix, la sección que recién inauguramos en la Mediateca y en este blog. Ya sabes: una pequeña muestra de películas sobre un tema más o menos concreto. Y puesto que el 28 de junio se celebra el Día del Orgullo LGBTQ+, ¿qué mejor manera de sumarnos a la fiesta/reivindicación que sugiriendo algunos títulos relacionados con el colectivo reunido bajo dichas siglas?

Como todas las elecciones, esta también es incompleta y discutible. Hubiese sido estupendo contar con, por ejemplo, Muchachas de uniforme azul, largometraje alemán de 1931 y primero de temática lésbica en la historia del séptimo arte. Por otra parte, verás que hay escasa presencia de títulos previos al 2000. Anteriormente, en raras ocasiones el protagonismo recaía en personas de estas orientaciones e identidades, abundando, en cambio, los clichés sobre gays (el «invertido», cuando no el mariquita sensible y gracioso) y lesbianas (la machona o la pervertida). En lo que llevamos de siglo XXI los armarios y las puertas parecen por fin abrirse de par en par, y prueba de ello es la creciente cosecha cinematográfica alusiva a la cuestión.

En cualquier caso, hemos intentado no ir a lo tan obvio. De ahí que puedas echar de menos títulos tan reconocibles —y recomendables— como Brokeback Mountain, Call Me By Your Name o La vida de Adele.

La calumnia (1961)

No es poca cosa que una obra de teatro estrenada en 1934 tenga un personaje femenino de orientación sexual «equivocada», cuyo destino inexorable será el amor no correspondido y la muerte trágica. William Wyler lo respetó en su adaptación cinematográfica de 1961, con Audrey Hepburn y Shirley MacLaine en los papeles protagonistas. Por supuesto, la censura del Código Hays eliminó cualquier posible referencia explícita al lesbianismo de Martha. De manera que no encontrarás aquí un cine reivindicativo. Pero, al menos, se representa a un personaje que no se ajusta a la normativa de géneros vigente en la época, aunque sea con extrema cautela y no demasiada empatía.

Mi hermosa lavandería (1985)

Hemos saltado dos décadas y se nota. El primer papel (co)protagonista de Daniel Day-Lewis fue el de típico hooligan inglés que se divierte amenazando a inmigrantes. Hasta que empieza a trabajar con su amigo Omar, de ascendencia pakistaní, en la lavandería del título. Con guion (nominado a los BAFTA y Óscar) de Hanif Kureishi, la película de Stepehn Frears iba encmainada al formato televisivo, hasta que la buena recepción en el Festival Internacional de Edimburgo le dio la oportunidad de darla a conocer internacionalmente.

Antes que anochezca (2000)

Javier Bardem cambió radicalmente de registro (el de macho ibérico) para encarnar al novelista, dramaturgo y poeta cubano, homosexual, Reinaldo Arenas, primero participante en la Revolución y luego perseguido por el régimen castrista, hasta su exilio y muerte en Estados Unidos. Bardem (acento caribeño incluido) podría haber ganado perfectamente la primera nominación al Óscar de un actor español, de no haber sido porque Hollywood prefirió a Máximo Décimo Meridio, o sea, a Russell Crowe (lengua latina no incluida) en Gladiator.

C.R.A.Z.Y. (2005)

El canadiense Jean-Marc Vallée cuenta las aventuras y desventuras del joven Zachary en conciliar desde la infancia su orientación sexual y el amor a la familia. Humor, algún elemento simbólico y fantástico, y mucha buena música de los años 60 y 70 aderezan una obra absolutamente recomendable. Te lo contamos con detalle en el correspondiente post de este blog.

Pride (2014)

Un respiro entre tanto drama. Y eso que las huelgas mineras de mediados de los 80 en Reino Unido no fueron ninguna broma. Pero Stephen Beresford (guionista) y Matthew Wachus (director) optaron por dar un tono más relajado a este historia basada en hechos reales. En concreto, en la inesperada alianza entre activistas gays y lesbianas y los mineros galeses en 1984, cuando arreciaban las políticas ultraliberales del gobierno Thachter. El resultado: dos colectivos unidos en una causa común se desenvuelven entre el drama social y la comedia. Entretenida y emotiva.

Un amor de verano (2015)

Estamos en el siglo XXI, y ya no debería haber miedo en retratar sin complejos las relaciones sentimentales y sexuales entre mujeres. Catherine Corsini —que no los tiene— definió a su película como un equivalente femenino de Brokeback Mountain, con el añadido de otras influencias, incluso las autobiográficas. Ambientada en el París de 1971, muestra la relación entre una hija de granjeros que busca independizarse en la capital y una activista por los derechos de las mujeres que tiene pareja masculina.

Una mujer fantástica (2017)

La vida de Marina sufre un mazazo cuando fallece su pareja. Comienza entonces el segundo drama: aparte de afrontar las sospechas que levanta la repentina muerte, experimenta el rechazo de la familia del difunto. Entre otros muchos premios internacionales, destaca el Óscar a la mejor película de habla no inglesa para este retrato chileno del dolor, la incomprensión y la entereza. Daniela Vega, además, fue la primera mujer transgénero en participar en la presentación de una gala de los Academy Awards.

Carmen y Lola (2018)

Tema tabú durante demasiado tiempo, el amor entre dos mujeres gitanas, repudiado por sus familias, sirvió para que Arantxa Echeverría firmara su ópera prima y ganara el Goya a la mejor dirección novel. Sin imposturas, sin falsas pretensiones. Zaira Romero y Rosy Rodríguez desprenden el realismo y la autenticidad que quiso la directora, en buena medida gracias a su condición de actrices no profesionales.

Girl (2018)

El primer largometraje del belga Lukas Dhont sigue a Lara, una adolescente transgénero nacida niño que sueña con ser bailarina, mientras afronta el tratamiento hormonal para reasignación de género y el acoso de sus compañeras de clase. Se inspira en la figura de Nora Monsecour, bailarina profesional trans, sobre la que el director hubiera querido rodar un documental. A destacar que la elección para el papel principal se hizo sin apriorismos en cuanto a la identidad sexual o genérica, resultando seleccionado el actor y bailarín Victor Polster. Su interpretación recibió críticas positivas.