Entrevistamos a... Rosa María Rodríguez Magda
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¡Cuánto echamos de menos los encuentros, las amistades, la familia! Nos debatimos entre mirar hacia atrás, inevitable hacerlo con cierta nostalgia; y hacia adelante, con ánimo y esperanza.
Desde este pequeño espacio virtual, nos situamos en un punto medio: el presente. Y desde aquí, nos hemos acercado a personas que ya han visitado el Espacio Violeta, que han compartido, en algún momento, alguna de las muchas actividades que se han celebrado: encuentros, mesas redondas, exposiciones...
Hoy charlamos con Rosa María Rodríguez Magda, Vicepresidenta de Cultura de la Asociación Clásicas y Modernas y autora de La mujer molesta, entre otros muchos títulos.
Rosa María nos visitó en diciembre del 2019, con motivo de la firma del proyecto Bibliotecas en Igualdad. En esa ocasión, tan especial para la BU, pues nos convertimos en la primera universidad en sumarse al proyecto, Rosa María vino en calidad de Vicepresidenta de Cultura de Clásicas y Modernas, asociación para la igualdad de género en la cultura.
Se doctoró en Filosofía en la Universidad de Valencia y ha sido profesora invitada en numerosas universidades: l’Université de Paris VIII-Vincennes à Saint-Denis, Université Paris VII, Université de Paris-Dauphine, Universidad Autónoma de México, Universidad de San Juan en Río Piedras (Puerto Rico), New York University, Komazawa University (Tokio), Tartu University (Estonia), entre otras.
Ensayista, crítica literaria y de opinión, investigadora y gestora cultural, ha sido Presidenta de la Asociación Valenciana de Críticos Literarios, Directora Cultural de la Fundación Valencia Tercer Milenio - UNESCO, ha pertenecido al Consell Valencià de Cultura, fue Directora del Aula de Pensamiento y de la revista Debats, de la Institución Alfonso el Magnánimo (CECEL-CSIC); y de la Casa Museo-Centro de Investigación Vicente Blasco Ibáñez.
Autora, editora y colaboradora de numerosos títulos, muchos de ellos podrás encontrarlos en la Biblioteca Universitaria. Recientemente, ha dirigido el estudio ¿Dónde están las mujeres en el ensayo?, que puedes encontrar en formato electrónico en nuestra plataforma eBULibros.
Hoy hablamos con Rosa María Rodríguez Magda...
¿Cómo lleva el confinamiento?
Retrepada, con una mezcla de sentimientos: preocupación, temor, concentración en la intimidad, avidez y saturación por las informaciones… Pero, sobre todo, intento que las cosas dejen poso, tomarme el tiempo necesario para pensar, como filósofa, conceptual, emocional y socialmente esta situación, que es la circunstancia más radical que ha vivido la humanidad en los últimos tiempos.
¿Qué opina del intento que hubo, al comienzo de esta crisis, de criminalizar el 8M como causa de la expansión del virus?
A la vez que la pujanza del feminismo se ha generado un odio reactivo hacia él. Ha pasado siempre que las mujeres, a lo largo de la historia, han alzado su voz. La falta de previsión y actuación ante lo que se nos venía encima fue general, pero nadie ha criminalizado, por ejemplo el futbol, cuando se sabe que los partidos de ida y de vuelta del Atalanta-Valencia fueron un importante vector de entrada del virus desde Milán, y ocasión de contagio los otros múltiples encuentros que se celebraron.
¿De qué manera cree que esta crisis puede afectar, o está afectando, a la lucha feminista?
De momento hay una invisibilización, la pandemia y sus efectos económicos son el único tema, y se tiende a postergar cualquier otro como irrelevante. Pero no se trata de pensar el feminismo como “otro tema”, sino de analizar la situación presente también desde una perspectiva feminista. Afortunadamente se ha tenido en cuenta cómo el confinamiento puede ser una cárcel para las mujeres que sufren violencia de sus parejas, y se han tomado medidas. Más diluida está la consideración de que las mujeres, mayores responsables de las tareas del cuidado, sufren un impacto específico. Creo que sería importante hacer ver cómo la inexistencia de una real sociedad del cuidado, que el pensamiento feminista viene hace tiempo reclamando, es lo que ha quedado de manifiesto, y que en el futuro deberíamos potenciarla. También considero importante reflexionar sobre la trampa que, especialmente para las mujeres, puede tener el teletrabajo, recluyéndolas en las multitareas domésticas y la disponibilidad permanente. En definitiva, las mujeres pueden sufrir en mayor medida las graves consecuencias de la crisis al ser un sector mucho más precarizado. Pienso que la lucha feministas puede volverse más concreta y material, menos especulativa.
¿Cómo afronta la asociación de la que es vicepresidenta, Clásicas y Modernas, la nueva situación?
Nos preocupa mucho la precariedad de las mujeres en el mundo cultural. Hace unos meses presentamos nuestro estudio ¿Dónde están las mujeres en el ensayo?, ahora estamos ultimando nuestro segundo informe ¿Dónde están las mujeres en las artes escénicas? La infrarrepresentación es evidente en todos los ámbitos. Hemos pasado también un cuestionario a nuestras socias para ver cómo la pandemia está afectando a su situación laboral y creativa. Y dada nuestra presencia en diversos órganos consultivos institucionales, vamos a hacer llegar a estos y al Ministerio de Cultura una batería de sugerencias para paliar los efectos de la crisis en la cultura, en especial para las creadoras.
¿Nos recomienda algún título?
Me ha interesado especialmente seguir las reflexiones de los pensadores y expertos sociales que van apareciendo en los medios: Badiou, Nancy, Butler, Gabriel, Zizek, Agambem, Chul Han….De momento, no he encontrado en ellos impactantes conceptualizaciones, más bien un intento de que las situación actual confirme sus teorías previas. Como decía al principio, hay que dar tiempo al tiempo, las grandes novelas, obras filosóficas, películas…, sobre el tema, están por llegar, pero lo harán. Todavía estamos digiriéndolo.