Día Mundial de la Salud 2024: mi salud, mi derecho
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Como cada 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. Desde la Biblioteca Universitaria queremos sumarnos a la celebración de este Día, recordando que esta efeméride no la vemos como solo un día de celebración, sino de acciones específicas que todos y todas podemos llevar a cabo para mejorar nuestra salud y la de nuestra comunidad.
Un poco de historia
En 1948, la recién creada Organización Mundial de la Salud, proclamó el día 7 de abril, como el Día Mundial de la Salud, con el objetivo de sensibilizar a la población mundial de la importancia de mejorar la salud y el acceso a los servicios sanitarios de calidad para todos y todas, haciendo especial hincapié en las comunidades con escasos recursos.
Cada año, desde 1950, fecha del primer evento tras su creación, se elige un lema para celebrar esta Día, que sirve como paraguas para poner el acento en una parte de la sanidad mundial. Este año 2024, el lema escogido es "Mi salud, mi derecho", lo que nos muestra de forma irrevocable, que la salud es un derecho para todas las personas.
Lemas elegidos con anterioridad
- 2018: Cobertura sanitaria universal para todas las personas, en cualquier lugar.
- 2019: Cobertura sanitaria universal
- 2020: Apoyemos al personal de enfermería y de partería
- 2021: Construir un mundo más justo y saludable
- 2022: Nuestro planeta, nuestra salud
- 2023: 75 años mejorando la salud pública
Ámbitos de actuación
La salud pública es una responsabilidad compartida que involucra a diferentes agentes de la sociedad, cada uno desde sus ámbitos de actuación. Los gobiernos deben desempeñar un papel fundamental en las políticas de salud, llevando a cabo inversiones en las infraestructuras sanitarias necesarias, proporcionando acceso a servidos de calidad y, fomentando estilos de vida saludables, así como dando respuestas efectivas a emergencias sanitarias como la que nos azotó en 2020 con la epidemia del Covid.
En cuanto a las empresas, tienen la responsabilidad de contribuir a la salud de sus trabajadores y trabajadoras, proporcionándoles entornos de trabajos saludables, programas de bienestar y seguridad laboral, y adoptando prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente de la comunidad en la que desarrollan sus actividades.
Por último, las personas deben desarrollar un rol activo en el cuidado de su propia salud y la de su comunidad, llevando una dieta equilibrada, haciendo ejercicio de forma segura y regular, es decir, manteniendo hábitos de vida saludable.