Cinco títulos imprescindibles de David Lynch en la Mediateca

17 Enero 2025

El fallecimiento de David Lynch, el pasado 15 de enero, era una noticia prácticamente anunciada desde que en agosto del año pasado se hiciera público que padecía un enfisema pulmonar. Con él, desaparece una manera de entender el cine tan personal como controvertida, inconfundible, de las que dejan huella. Sus 10 largometrajes, casi 50 cortos, cuatro series televisivas, la quincena de vídeos musicales, la treintena de anuncios comerciales y otros trabajos diversos, además de sus otras facetas artísticas, son la demostración de ese sello de autenticidad.

En este post apresurado no haremos un repaso exhaustivo por su trayectoria, sino una recomendación de cinco de sus títulos más representativos.

Cabeza borradora

Lynch se estrenó en 1977 en el formato largo con Cabeza borradora (DVD 1796), obra de producción dilatada debido a los problemas de financiación y rodaje. Cinco años transcurrieron entre la selección del actor principal (Jack Nance) y que la película viese la luz, y entonces únicamente gracias a la ayuda del American Film Institute, amistades y familiares. Lo importante es que Eraserhead ya contenía el germen del lado menos convencional y más abstracto de su director, caracterizado por lo onírico, lo perturbador, lo simbólico y metafórico, incluso lo grotesco. Rodaje en blanco y negro para una obra de interpretación subjetiva, pronto considerada de culto.

Terciopelo azul

La siguiente década trajo a nuestro director el éxito crítico y comercial. En El hombre elefante (1980) suaviza el tono surrealista, pero mantiene el uso del blanco y negro. Dune, pese a resultar un fracaso, dejó la incógnita de cuál habría sido el resultado de haber disfrutado Lynch de completa libertad en la postproducción de esta adaptación de la compleja novela de Frank Hebert. Mediada la década, recuperó el crédito con Terciopelo azul (DVD 5916), aunque en Estados Unidos se debatió esta primera incursión en el neo noir, dado el fuerte contenido violento y sexual del argumento y el gusto por lo retorcido y bizarro de su director. A él le valió una segunda nominación a los Óscar, con idéntico resultado negativo a cuando lo fue por The Elefant Man.

Twin Peaks

Comenzados los 90, el mundo de las series televisivas experimentó una sacudida con la emisión de Twin Peaks (DVD 727-730). Repetía Kyle MacLachlan, quien ya había protagonizado Dune y Blue Velvet; esta vez es un agente del FBI encargado de investigador el asesinato de una joven en la pequeña ciudad del título. El enigma de la muerte de Laura Palmer mantuvo en vilo a la audiencia durante dos temporadas, mientras Lynch (más desde la creación y el guion que desde la dirección) desplegaba su catálogo de extrañezas, surrealismos y perversidades bajo el paraguas del cine negro y el thriller. El éxito de la serie y su inconcluso final dio para una precuela y algún remontaje y para una tardía continuación en forma de tercera temporada (DVD 10927) donde todo lo anterior alcanza cotas que fascinan y suscitan perplejidad a partes iguales. Obvio: serie de culto.

Una historia verdadera

The Straight Story (DVD 5964) nos traslada del Lynch en su peculiar línea neo noir al Lynch más intimista y capaz de una puesta en escena alejada de cualquier atisbo de «rareza». De hecho, se basa en un hecho real, el viaje de Alvin Straight en 1994 por Iowa y Wisconsin utilizando como medio de transporte una cortadora de césped. La película y la actuación de Richard Farnsworth entusiasmaron a la crítica. Aquella estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes (la había ganado Corazón salvaje en 1990) y éste al Óscar al mejor actor. Sin duda, una obra conmovedora, profunda y, si se quiere, sobrenatural en su sencillez.

Mulholland Drive

Su penúltima incursión en el largometraje trajo a Lynch de vuelta a la senda del cine negro y el suspense. Mulholland Dr. (DVD 4517) nació como un piloto para una serie de televisión, pero terminó como largometraje en 2001. De nuevo están presentes el simbolismo, el surrealismo, el argumento abierto a interpretaciones, ahora en un relato de dos mujeres enfrentadas a un enigma. Dio a Noami Watts la oportunidad de dar un paso importante en su carrera y a Lynch el premio (compartido con Joel Coen) a la mejor dirección en Cannes. También le permitió la tercera nominación en la categoría equivalente de los Óscar. No ganó, pero en 2020 se le concedería el honorífico por toda una trayectoria profesional. Para entonces, habían transcurrido trece años desde su último estreno para la gran pantalla y se había recluido en el nicho del corto y del vídeo musical.