10 pelis para el verano 2024
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La proximidad de las vacaciones académicas de verano nos anima a retomar la iniciativa de proponerte una serie de películas relacionadas, de una forma u otra, con la estación. Es una lista de diez títulos: uno por década, a contar desde los años 30 del siglo XX hasta los 2010, más un anime de propina. Seguro que encuentras algo que sea de tu gusto.
El sueño de una noche de verano (DVD 8108). El inmortal William Shakespeare escribió alrededor de 1595 una de sus comedias más populares, que ha sido trasladada, adaptada o ha servido de inspiración en medios literarios, musicales y cinematográficos. Precisamente, el innovador y vanguardista Max Reinhardt fue el primero en llevarla al cine en una superproducción de 1935 encabezada, entre otros nombres de peso, por Olivia de Havilland, James Cagney y Mickey Rooney. La música de Felix Mendelssohn y las secuencias de ballet, otorgan brillo a una obra que resultó un fracaso financiero pero a la que el tiempo ha situado como una de las mejores versiones cinematográficas de esta historia ambientada en las bodas del duque Teseo y la reina de las amazonas Hipólita.
El asunto del día (DVD 1489). George Stevens ya había dirigido a Cary Grant (Gunga Din, Serenata nostálgica) antes de este largometraje de 1942. Un híbrido entre drama y comedia, con el actor británico-estadounidense volviendo a hacer gala del físico, el carisma y la simpatía que lo habían convertido en una estrella de Hollywood. Y un raro ejemplo —para la época— de dos actores principales compartiendo pantalla, ya que Grant se disputa con Roger Colman el amor de Jean Arthur. Cosa que sucede en circunstancias complicadas: el personaje de Grant es un trabajador y activista político acusado de incendiar un molino y provocar la muerte de un capataz; escapa de la cárcel y se refugia en la casa del personaje interpretado por Arthur, quien la ha alquilado al profesor de Derecho encarnado por Colman. Puedes imaginarte el enredo consiguiente. Un clásico que no mereció recompensa en los Óscar a pesar de sus siete nominaciones.
Locuras de verano (DVD 5108). Antes de subir al olimpo de la dirección con títulos como El puente sobre el río Kwai, Lawrence de Arabia, Doctor Zhivago y La hija de Ryan, David Lean había firmado apreciadas adaptaciones de relatos dickensianos y dramas románticos. También comedias, categoría a la que corresponde esta cinta de 1955 que continúa la tradición cinematográfica de las peripecias de yanquis viajando por Europa (esto es, Francia o Italia) en busca de cultura y —si es mujer— del amor. Es lo que hace en Venecia la solterona de Ohio interpretada por Katharine Hepburn, quien vivirá un apasionado romance con el galán italiano (afincado en Hollywood) Rossano Brazzi. Convencional y previsible, no es de lo mejor de Lean ni de la Hepburn que se luciera en la comedia de los 30 y 40. Pero se deja ver, y la capital del Véneto resplandece gracias a la fotografía a color de Jack Hildyard.
El nadador (DVD 8916). En 1968 el tipo de cine representado por Locuras de verano estaba dando paso al «Nuevo Hollywood» que eclosionaría en los 70. Sidney Pollack emprendió su carrera en ese periodo de transición, aunque la dirección de The Swimmer le vino de rebote, después de que Frank Perry abandonara por discrepancias artísticas. La película parte del relato del mismo título sobre un hombre que decide recorrer la zona residencial donde vive, saltando de piscina en piscina. Una propuesta que se antoja extravagante, pero que esconde un drama protagonizado por un Burt Lancaster perfecto en su papel de cincuentón desencantado, trasunto del autoengaño que oculta el «American Way of Life».
Verano del 42 (DVD 11316). El primer enamoramiento es una experiencia inolvidable. Lo sabía bien el escritor Herman Raucher, porque lo vivió durante el verano de 1942, cuando tenía 14 años. Vacacionando en la isla de Nantucket (Massachusetts) conoció a una joven mayor que él, con la que despertó al sexo la noche del día en que a ella le comunicaron la muerte de su marido (Estados Unidos acababa de entrar en la segunda Guerra Mundial). Raucher trasladó sus recuerdos al guion que dirigiría Robert Mulligan en 1971, con Jennifer O’Neill y Gary Grimes en los respectivos papeles de Dorothy y Hermie. Bien recibida en su momento y con una banda sonora de Óscar compuesta por Michel Legrand, ha quedado como un clásico, sentimental y nostálgico, acerca del paso —bello y doloroso— a la edad adulta. Por cierto que Raucher recibió una carta de la verdadera Dorothy después del estreno de la película.
La comedia sexual de una noche de verano (DVD 2177). Esta película de 1982 llegó después de que Annie Hall, Interiores y Mahattan estableciesen a Woody Allen en la categoría de los directores a tener en cuenta. Aquí hace una versión particular entre La regla del juego de Jean Reonir (1939) y Sonrisas de una noche de verano de Ingmar Bergman (1956), de las que toma el argumento de enredos y el tono ligero, si bien con el peculiar humor del estadounidense y mudando la acción de Suecia y Francia a la Nueva York de 1906. Es la primera película de Allen en la que él no es el protagonista absoluto y también la primera en la que participa Mia Farrow, una vez que Diane Keaton rehusara a causa de otros compromisos. Vale que no está en el top de la obra cinematográfica del director, pero tiene su interés y, oye, la banda sonora incluye el Ein Sommernachtstraum de Mendelssohn.
El verano de Kikujiro (DVD 6367). Que un niño no tenga con quien jugar en verano es casi un delito. Pues eso le ocurre a Masao, un chiquillo de 9 años que vive con su abuela. ¿La solución? Ir en busca de la madre que lo abandonó, acompañado de Kikujiro, el marido de un matrimonio vecino. Tal es el planteamiento de este film de 1999 escrito, dirigido, montado y coprotagonizado por Takeshi Kitano. Pero, ojo, porque este no es el Kitano posmoderno, nihilista, neo-noir, de la yakuza (aunque su personaje aquí sí sea un ex miembro de esta organización criminal), sino ese otro que sabe ser tierno y cómico, imaginativo y espontáneo, no sin ecos de Yasujiro Ozu y Akira Kurosawa en su tratamiento de la amistad. Una curiosidad que puede espantar a los incondicionales de la violencia estilizada de Brother y la saga Outrage, pero que podría gustar a quien se acerque sin prejuicios.
El diario de Noa (DVD 3841). Uno de los más populares y reputados dramas románticos de lo que llevamos de siglo XXI transcurre a caballo entre el presente y los mismos años 40 de la película de Robert Mulligan. Es la historia de un amor de verano que sobrevive a los manejos familiares, a la guerra y, finalmente, a la maldición del olvido que supone el alzheimer. El irregular Nick Cassavetes (John Q) dirigió en 2004 esta adaptación de una novela de Nicholas Sparks, el mismo de Mensaje en una botella (1999). Supuso el lanzamiento de las carreras de Ryan Gosling y Rachel McAdams, la pareja protagonista. Su recuerdo perdura entre quienes la vieron entonces y quienes lo han hecho después. Quizá sea porque el planteamiento, el ritmo y la capacidad de tocar la fibra adecuada en el momento adecuado, disculpan todo lo que de sensiblero y dulzón hay en sus 124 minutos de metraje.
Primos (DVD 5133). La comedia española lleva un tiempo largo en alza, al menos vista desde la popularidad y la taquilla. Esta de 2011 era la tercera aventura en gran formato de Daniel Sánchez Arévalo, cuya ópera prima (AzulOscuroCasiNegro, 2006) había convencido a la crítica y le había dado el Goya al mejor director novel. Ahora probaba con su primera comedia pura, repitiendo a Raúl Arévalo y Antonio de la Torre en el plantel actoral. ¿El argumento?: chico (Quim Gutiérrez) plantado en el altar por la novia (Nuria Gago) se embarca en la tarea de recuperar su amor, acompañado de dos primos (Arévalo y Adrán Lastra). Semejante arranque da pie a las situaciones alocadas y excéntricas que cabe suponer. Un pasatiempo de verano entretenido, que tuvo dos nominaciones a los Goya y recaudó casi 938 000 euros en su primer fin de semana en salas.
El verano de Coo (DVD 6366). Desde siempre, la animación ha sido medio de expresión idóneo para la fantasía. Japón es un referente mundial y esta película de 2007 un ejemplo, quizá menor, pero al que vale la pena asomarse. El director y guionista, Keiichi Hara, es conocido por llevar en varias ocasiones a la gran pantalla, entre los años 80 y primeros 2000, a Doraemon y Shin Chan, dos modelos del anime infantil nipón con éxito en España. Esta historia de amistad entre un niño y un bebé Kappa (criatura del agua de la mitología japonesa) fue su salida consciente de los límites de aquellas dos sagas. Un cierto mensaje ecologista (Coo es el último de su especie) y el obvio toque mágico son añadidos que podrían animarte a probar a continuación con Colorful, la siguiente película de Hara, un drama más adulto, aunque igualmente adornado del elemento fantástico.