Hounds of Love (1985)
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Nadie se lo esperaba. A los treinta y tantos años de su lanzamiento original, una canción desbanca del número 1 a la sensación del momento en el Reino Unido, se posiciona entre las cinco más escuchadas en las plataformas en Estados Unidos, y convierte a su autora en la mujer de mayor edad en encabezar las listas de éxitos. Y todo, gracias a que se viralizó tras escucharse en una popularísima serie de Netflix, que explota como pocas la nostalgia ochentera y es capaz de congregar a un público de distintas generaciones.
Eso es lo que sucedió antes del verano con Running Up That Hill, de Kate Bush. Pero no es cuestión solo de modas pasajeras. Tanto la británica, como el disco Hounds of Love (CD 940), de donde salió el temazo que la devolvió a la actualidad, se merecen este primer post musical del curso.
Sin llegar a ser underground, Catherine Bush no encaja del todo en el pop estándar y comercial. El eclecticismo, el gusto por la experimentación y las letras con referencias literarias, la desmarcan de los estereotipos del género. Dio muestras de este inconformismo en su canción debut de 1978, Wuthering Heights, que, como su título indica, se inspira en la novela homónima de Emily Brontë (Cumbres borrascosas). Era el producto de varios años de trabajo, desde que David Gilmour, de Pink Floyd, apostase por ella todavía siendo adolescente y la ayudase a conseguir un contrato con la discográfica EMI. Compuso sin parar y grabó muchísimas demos; además, recibió clases de danza interpretativa y mimo, cuyos resultados se aprecian en los dos videos promocionales de aquel primer sencillo. Precisamente, la peculiar estética y la voz de soprano dramática, serían otras dos señas de identidad de la inglesa.
Hasta el relanzamiento de Running Up That Hill este año, Wuthering Heights había sido su único número 1 en las listas de éxitos. La canción pertenece al primer álbum de estudio, al que siguieron otros tres hasta 1982. Además de componer todas las canciones, se implicó progresivamente en las tareas de producción, que asumiría en solitario en The Dreaming. Este último vendió menos que sus predecesores y la crítica lo recibió con opiniones mixtas. Era el momento de hacer una pausa. Bush la aprovechó para montarse un estudio propio y explorar a fondo las posibilidades que le brindaba el uso del sampler o muestreador (similar a un sintetizador) y la caja de ritmos. En el nuevo álbum, los emplearía extensamente, junto a los instrumentos habituales del pop-rock, además de los de cuerda y tradicionales irlandeses.
El resultado de aquel esfuerzo se publicó en septiembre de 1985, bajo el nombre de Hounds of Love («Sabuesos del amor», «Jauría del amor»). Un conjunto de 12 pistas que se divide en dos suites, una en cada lado del vinilo o la casete. (También se publicó en cedé, pero la concepción del álbum había sido anterior al boom del novedoso formato.) La primera, nombrada como el álbum, contiene los cinco temas más accesibles; la otra, The Ninth Wave, consiste en una gran pieza de siete pistas interconectadas. De los cuatros singles que se extrajeron del álbum entre agosto del 85 y abril del año siguiente, te hablamos de los dos incluidos en bandas sonoras de series televisivas recientes.
Running Up That Hill («Subiendo esa colina») es el motivo de este post y fue la carta de presentación del álbum. El Fairlight CMI y la LinnDrum tienen el protagonismo instrumental, mientras que la letra habla de la incomprensión entre hombres y mujeres que Bush imagina solventar proponiendo un «trato con Dios» que les permita ponerse en el lugar del otro. De ahí, el subtítulo «A Deal with God» que quiso añadir en el lanzamiento original, pero que la EMI rechazó por si perjudicaba a la canción en los países con fuerte componente religioso (sí que aparece en la versión del álbum). En cualquier caso, permitió a la cantante llegar al número 3 en el UK Singles Chart y regresar al Billboard estadounidense después de siete años. Por otra parte, si eres fan de Stranger Things —quizá, incluso, sin serlo— recordarás que el tema suena en una escena clave de la cuarta temporada. La carga emocional no había pasado desapercibida a la supervisora musical de la serie, y la buena predisposición de Bush hizo el resto. La popularidad de la canción se disparó de inmediato, batiendo récords de reproducción y ventas on line, y alcanzando en poco tiempo el número 1 en el Reino Unido y el 3 en Estados Unidos. Esto ocurría casi cuatro décadas después del lanzamiento original, que fue acompañado de un vídeo en el que la cantante y el bailarín Michael Hervieu ejecutan una coreografía basada en la danza contemporánea:
La lectura de las memorias de Peter Reich (A Book of Dreams, 1973) inspiró Cloudbusting, segundo y último sencillo extraído en 1985. El retrato que Peter hace de su padre, el polémico Wilhelm Reich, inventor del aparato al que se refiere el título, conmovió profundamente a Bush. La canción describe la relación entre padre e hijo, así como el dolor de éste cuando Wilhelm fue detenido por las autoridades norteamericanas y encarcelado (moriría en prisión). En 2019, la adaptación por HBO de El cuento de la criada la recuperó en el capítulo 11 de la tercera temporada. En su momento, la cantante y Terry Gilliam (de los Monty Phyton, para quien ella grabó un tema de la película Brazil, finalmente no incluido en la banda sonora) concibieron a modo de cortometraje este clip musical, en el que el actor Donald Sutherland encarnaba a Wilhelm y ella a Peter:
Hounds of Love suele considerarse el mejor álbum de Kate Bush. Al menos en Reino Unido, se vendió tanto o más que el debut de 1978. Después, continuó publicando a un ritmo más pausado, hasta que en 1994 tomó un descanso que duraría toda una década. A partir de entonces, dosificó mucho el material auténticamente nuevo: Aerial, un álbum doble de concepto similar al del 85, salió en 2005; y el «navideño» 50 Words for Snow, en 2011. Estos antecedentes acentúan la importancia del fenómeno que se vivió este año. Si la inglesa sirvió de inspiración a artistas como Björk en los 90, o como AURORA en el nuevo milenio, su puntual resurgir en el 2022 establece un triple récord difícil de igualar.