An Ancient Muse (2006)
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La propuesta musical de octubre nada tiene que ver con la del mes pasado. Ni guitarras estridentes, ni gritos desgarrados, ni letras pesimistas. Solo la voz de una mujer que desgrana textos como poemas, al ritmo y la melodía de instrumentos antiguos y modernos. Un canto esperanzado al futuro de la humanidad... desde el presente, pero con la vista puesta en el ayer remoto.
A medida que pienso en todos los siglos de historia que nos permiten aprender a través de las voces ancestrales, me convenzo de que somos la culminación de nuestras historias colectivas. Creo que debe haber más que nos une que aquello que nos separa. Es más, sigo esperando que al esforzarnos por conseguir una diversidad integral, en armonía, estaremos guiados por creencias colectivas que son verdaderamente positivas para nuestra vida.
Así se expresaba Loreena McKennitt en las notas que acompañaron la publicación, en 2006, de su séptimo álbum de estudio: An Ancient Music (CD 1738). La canadiense llevaba varios años sin sacar material nuevo, después de que, en la década de los 90, hubiese logrado un notable reconocimiento mundial. Aunque ocasionalmente se la había comparado con la más popular y exitosa en ventas Enya, el estilo de McKennitt era algo distinto: bebía de la tradición y de lo clásico, recurría a la literatura para las letras y, cada vez en mayor proporción, se inspiraba en el folclore de Oriente. Por otro lado, cada grabación iba precedida de una labor de investigación sobre el tema que sería el concepto general del álbum. En el que ahora te proponemos, la idea original (una exploración geográfica e histórica del mundo celta) derivó en una reflexión vital surgida de viajes a Mongolia, Anatolia, Éfeso, Chíos, Petra...
Como en oportunidades anteriores, McKennitt produjo el disco para su propio sello discográfico (Quinlan Road), encargándose Universal Music de la distribución internacional. Un grupo de músicos tocan instrumentos muy dispares, desde las familiares baterías y guitarras eléctricas, hasta las gaitas irlandesas, el clarinete turco y el nyckelharpa sueco. Música y letra son autoría suya, excepto un texto de Walter Scott y una canción popular turca que arregló para la ocasión. El resultado, lo puedes comprobar en la tercera pista del álbum. Caravanserai se inspira en el caravansar (edificio para el descanso y refugio de las caravanas) del tiempo de la Ruta de la Seda que nuestra artista visitó, en el trayecto entre Capadocia y Konya (Turquía), en octubre de 2003. Aparte de su voz, teclado y acordeón, participan el qanun o kanun (gran cítara de Oriente Medio), la zanfona, el ud (laúd árabe), la lira, buzukis celta y griego, más viola, violín y violonchelo, guitarra y percusión:
El video pertenece a una actuación de septiembre de 2006 en el Palacio de Carlos V en Granada, que vería la luz en formato CD/DVD en agosto del año siguiente bajo el título de Nights from the Alhambra. El concierto ofrecía, a modo de adelanto, tres temas de An Ancient Muse, que no salió a la venta hasta noviembre del 2006. Un bonus disc conteniendo esas versiones en directo se distribuyó en la edición española que tienes en la Mediateca.
El regreso de Loreena McKennitt se produjo en un momento en que el mercado y la industria musical experimentaban una transformación radical. Cuando publicó el último trabajo de su primera etapa (septiembre de 1999), internet no era todavía el canal de difusión masiva que hoy conocemos, y Napster (primer servicio de distribución de archivos MP3) apenas llevaba tres meses funcionando. En 2006, ya había mil cien millones de usuarios de la red, cifra que se preveía duplicar en una década, y las descargas ilegales se habían convertido en un problema muy serio. También cambiaban los gustos del público. En este contexto, un respiro de siete años era una eternidad, por mucho que estuviese justificado por la tragedia personal que había alejado a la canadiense de los escenarios y los estudios de grabación. Así, pasó de certificar discos de platino y posicionarse alto en las listas de Estados Unidos, a conformarse con logros más modestos dentro y fuera de su país natal.
El bajón comercial no detuvo la carrera de esta cantante, pianista y arpista de ascendencia escocesa e irlandesa. Juega con la ventaja de que su música no depende de modas más o menos pasajeras, aunque indiscutiblemente le benefició el auge de la New Age y la World Music en las últimas décadas del siglo XX. Tras tomarse un segundo descanso en 2010, volvió a publicar material de estudio en 2018, seguido al año siguiente de un registro en vivo en el emblemático Royal Albert Hall de Londres. Y en el recuerdo quedan las hermosas canciones evocadas por la «musa antigua», como esta Penelope's Song en aquel concierto del 2006: