Star Wars (1977-...)
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Los fines de semana largos, como este del puente de la Constitución, son ideales para una maratón de cine. La que te proponemos hoy viene como anillo al dedo, porque el 15 de diciembre se estrena Los últimos Jedi, el octavo episodio de la saga de ciencia ficción más famosa de todos los tiempos: Star Wars.
De acuerdo en que no somos los primeros en ocurrírseles la idea. Pero con la Mediateca tienes la oportunidad de ver todos los episodios a tu ritmo, en español o en inglés subtitulado si lo prefieres (y recomendamos). Vaya por delante este apretado resumen de lo visto hasta ahora.
I) La amenaza fantasma: No es spoiler decir que, en Star Wars, el orden de los factores sí que altera el producto. O sea, que el orden de rodaje de las películas no sigue una secuencia cronológica. Vamos, que George Lucas filmó el primer capitulo de su space opera dieciséis años después de haber terminado el cuarto, aunque los hechos que narra son de treinta años galácticos atrás. Ya, dicho así suena un poco lío. Resumiendo: en 1999 no existían Darth Vader, Luke Skywalker, Leia ni Han Solo, pero conocimos al niño Anakin Skywalker (futuro padre de Luke) y a Obi-Wan Kenobi en sus tiempos de padawan.
II) El ataque de los clones: En 2002 Lucas nos brindó la que muchos consideran la entrega más floja de la saga, aunque sólo sea por la empalagosa historia de amor entre un Anakin ya crecidito aprendiz de Kenobi y la senadora Padme Amidala. Suerte que el Conde Dooku y los ejércitos de clones acuden al rescate para recordarnos que estamos en una peli de aventuras.
III) La venganza de los Sith: Tres años más tarde, la historia cobra tintes sombríos que desembocan en tragedia griega. Estamos en el séptimo año de las Guerras Clon, de las que nadie -o casi nadie- sale bien parado. Christopher Lee (Dooku), Natalie Portman (Padme) y Ewan McGregor (Kenobi) volvieron a cumplir en sus respectivos roles, pero Hayden Christensen (Anakin) siguió sin convencer a criticos y espectadores. Tampoco es que importara mucho, porque al fin llegaba el momento que todo el mundo estaba esperando: saber cómo Anakin se convirtió en Lord Vader.
III bis) Rogue One: Aquí iría el episodio IV, de no ser porque en este mismo 2017 Lucasfilm y Disney (su dueña desde 2012) decidieron que era imprescindible explicarnos, mediante un episodio puente, cómo se robaron los planos de la primera Estrella de la Muerte.
Puede que Rogue One no aportase mucho a la historia principal, pero tuvo buenos resultados en taquilla y gustó a los warsies. Y dio comienzo al debate sobre la conveniencia o no de rejuvenecer o resucitar digitalmente a actores de la trilogía original. La cual, por cierto, se remonta a:
IV) Una nueva esperanza: Al principio, la franquicia fue conocida en España por el título que aquí le endilgaron a la cinta seminal: La Guerra de las Galaxias (1977). Nadie sospechaba entonces que aquella historia de aventuras espaciales devendría en mito del séptimo arte. Y en madre del embrollo, para los no iniciados: es la primera película rodada de la saga, la primera de la segunda trilogía (pero que es la trilogía originalmente filmada), la cuarta en el orden interno de la serie... Sus efectos especiales -y los de las dos siguientes entregas- pertenecen a la era predigital, lo que no le resta un ápice de encanto, ingenio y verosimilitud. Además, proyectó al estrellato a Harrison Ford (Han Solo), Mark Hamill (Luke Skywalker) y Carrie Fischer (Princesa Leia), y nos presentó a la simpática pareja robótica RD-2D/C-3PO.
V) El Imperio contraataca: Acción a raudales en esta segunda entrega (1980) de las andanzas de Solo, Luke y Leia. Batallas en la nieve, contrabandistas espaciales, el retorno de Yoda (que había estado muy presente en los episodios I al III), Solo y Leia prisioneros, Luke descubriendo que Darth Vader era su padre... ¿Se podía pedir más emoción?
Pues sí. Todo estaba a punto para el desenlace en:
VI) El retorno del Jedi: En 1983 Luke tuvo que luchar duramente contra sus enemigos y consigo mismo para vencer al Lado Oscuro de la Fuerza. De fondo, la acostumbrada dosis de combates entre el Imperio y la Alianza, esta vez para eliminar la amenaza de una segunda y más temible Estrella de la Muerte. Nuestros héroes contaron con la estimable ayuda de unos fieros ositos de peluche llamados Ewoks, que luegon tendrían su spin-off televisivo.
Por fin reinaban la paz y la justicia. O eso pensaron Luke y compañía, y los espectadores. Porque veintidós años después (treinta en la cronología galáctica) acontecería:
VII) El despertar de la fuerza: Corría el año humano de 2015 y J. J. Abrams, luego de refundar Star Trek, le hincaba el diente al universo creado por George Lucas. El Imperio Galáctico había sido derrotado, sí; pero ahora resurgía de sus cenizas en forma de Primera Orden, forzando a la clandestinidad a la Resistencia. Esta vez la protagonista de pleno derecho era una mujer que ya no era una princesa, sino una chatarrera; un síntoma de que los tiempos estaban cambiado en la Galaxia... y en Hollywood.
Y así es como llegamos a Los últimos Jedi. Aparte de estos largometrajes, hay un sinfín de cortos, series de TV y videojuegos que se nutren, de una manera u otra, del universo Star Wars. Y eso ciñéndonos sólo al formato audiovisual. Ahora, que si lo tuyo es la risa, siempre puedes elegir los homenajes/parodias/tributos, como el dirigido por Kyle Newman o los de la factoría Padre de familia.