Películas olímpicas
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El pasado domingo finalizaron los Juegos Olímpicos de Río, de modo que se nos ha ocurrido proponerte cuatro películas relacionadas con este evento para luchar contra esa sensación de vacío que ha producido en muchos de nosotros la ausencia de imágenes y noticias después de tantos días de saturación deportiva.
Este encuentro deportivo cuatrienal ha sido, y sigue siendo, terreno abonado para el cine. Ya sea en documentales (como los que suelen encargar los comités olímpicos de los países que organizan los Juegos a cineastas de prestigio) o películas que tienen como telón de fondo el olimpismo, generalmente con su indudable carga dramática de esfuerzo y superación.
Olympia (DVD 6724): Documental dirigido por Leni Riefenstahl sobre los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad de Berlín en 1936. Divida en dos partes de 118 y 107 minutos, respectivamente, el atletismo ocupa buena parte de su metraje, incluida la primera parte en su integridad. La segunda incluye imágenes de gimnasia, vela, pentatlón, decatlón, hockey sobre hierba, polo, fútbol, ciclismo, hípica, remo, salto y natación.
Carros de fuego (DVD 9477): Película dirigida por Hugh Hudson. En 1920, Gran Bretaña contaba con dos atletas excepcionales: Harold Abrahams y Eric Lidell. Las razones que los movían a correr era tan diferentes como sus vidas: pertenecían a mundos distintos, cada uno tenía sus propias creencias y su propio concepto del triunfo.
Munich (DVD 5243): Película dirigida por Steven Spielberg, del año 2005. Está basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables.
Foxcatcher (DVD 10163): Esta película dirigida por Bennett Miller en el año 2014, está basada en la historia real del medallista olímpico Mark Schultz, que recibe una propuesta del multimillonario John du Pont: que le ayude a montar un campo de entrenamiento de lucha grecorromana para los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Pero, poco a poco, Mark Shultz descubre que su mentor no es quien parece y que el precio que debe pagar es muy alto.