Hablamos con Biayur sobre bisexualidad
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23 de septiembre, fecha marcada en nuestra agenda multicolor como el Día de la visibilidad bisexual. Una ocasión fantástica para acercarnos a nuestras amigas de Biayur, el grupo activista de personas bisexuales de Gran Canaria.
¿Cómo surgió Biayur?
De una manera muy casual, la verdad. Las personas que fundamos el colectivo coincidimos por primera vez en reuniones de la Asociación Gamá LGTB. Por aquel entonces nos ofrecieron coordinar un grupo de bisexualidad y ahí empezó todo. Cuando creamos Biayur nos dimos cuenta de que habíamos establecido un espacio con unos objetivos anticapitalistas, interseccionales y autogestionados de base que no encajaban del todo con la filosofía institucional de la Asociación, así que pensamos que el grupo funcionaría mejor de manera independiente. Aun así el tiempo que pasamos en Gamá nos ayudó muchísimo a asentarnos y a organizar nuestro primer gran evento, el Día de la Visibilidad Bisexual de 2019.
¿A qué crees qué es debido la menor visibilidad del colectivo bisexual frente a otros colectivos LGT(B)IQ*?
Más bien hay que preguntarse por qué la bisexualidad es menos visible que la L y la G, ya que el colectivo trans está presente en todas las sexualidades y afronta una serie de obstáculos materiales y emocionales que las personas cis no sufrimos. Lo cierto es que desde siempre mucha gente ha considerado que la bisexualidad es una especie de tierra de nadie situada entre la homosexualidad y la heterosexualidad. Una cuerda que enlaza «los dos extremos», y no una orientación autónoma en sí misma. Es un error concebir a las personas bisexuales, que ya de por sí son heterogéneas, de una manera tan simple. Es igual que considerar que la bisexualidad puede medirse en porcentajes, cuando la atracción afectivo-sexual, y más en una orientación tan dinámica, no puede cuantificarse.
Aun así, el análisis debe ser más profundo que solo afirmar que las personas bisexuales somos las más invisibles del colectivo. En muchos aspectos, lo somos, sea cual sea nuestro género, ya que la bifobia es real y se distingue de la homofobia en muchos aspectos. Pero debemos reflexionar también sobre cómo el cisheteropatriarcado genera mecanismos de opresión sobre mujeres y personas no binarias transfemeninas, invisibilizando el deseo de las bisexuales y las lesbianas por igual; o cómo todavía se ignora a gente del espectro ace cuando, de hecho, parte de esas personas, que ya de por sí tienen derecho a reivindicar su manera de sentir, también se definen como bi o birrománticas. Solo viendo todo el tapiz podemos elaborar estrategias de resistencia efectivas.
Actualmente, ¿cuáles son las líneas de trabajo de Biayur?
Biayur lleva mucho tiempo en stand-by por la pandemia, que desbarató todos nuestros planes, y es algo que nos entristece. Pero estamos empezando a asomar la cabecita aprovechando que estamos en un mes tan importante para nosotras. Además, nos encontramos en un contexto terrible de auge fascista y agresiones contra el colectivo, así que nos gustaría, como mínimo, tener presencia online de alcance nacional, y elevar nuestra voz como defensa y ataque frente a la injusticia. No solo contra la bifobia, el lgtbqaodio, la transfobia y la transmisoginia, sino contra el patriarcado, el racismo, el cuerdismo y cualquier amenaza que ponga en riesgo nuestra vida y nuestra integridad física y mental. Mientras tanto, si alguna persona bi quiere contactar con nosotras, contribuir y aportar ideas, es más que bienvenida. ¡A nosotras nos encantaría y nos ayudaría mucho!
Recomiéndanos algún libro, serie o película que crees que no debe faltar en el Espacio Violeta
Es difícil responder a esto, ¡casi todo lo que he leído lo he sacado del Espacio Violeta! Yo diría que necesitamos más presencia de pensadoras decoloniales y antirracistas para desplazar el feminismo blanco occidental de su lugar hegemónico. Gloria Anzaldúa, por ejemplo, parte también de su experiencia como mujer lesbiana a la hora de hablar de la nueva mestiza como identidad.
En cuanto a lecturas LGTBQIA+, Stone Butch Blues de Leslie Feinberg es una obra básica para entender el deseo, la violencia sistemática y la soledad de no encajar en normas opresivas. También creo que hace falta más literatura hecha por y para gente del colectivo. Hay muchas editoriales pequeñas e independientes que pueden ayudar en esto, como LES Editorial, que publica narrativa y poesía para mujeres LBT+.
Las series que recomendaría creo que solo pueden verse en plataformas de streaming. Pero, si en algún momento es posible conseguirlas, series como Euforia o Pose me parecen imprescindibles. Hay representación del colectivo y específicamente de mujeres trans, y se tratan con sensibilidad temas como la salud mental o las neurodivergencias en la primera, y el impacto de la crisis del SIDA en los 80 en la segunda.
Desde aquí nuestro agradecimiento a Biayur y, especialmente, a Esther, cofundadora de Biayur y seguidora incansable de nuestro queridísimo Espacio Violeta. ¡Feliz día!
Si quieres contactar con Biayur:
Instagram: biayurgc
Twitter: Colectivo Biayur
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