Tubular Bells (1973)

22 Mayo 2023

(© Trevor Key/Virgin. Fuente: Wikipedia)

Por su valor simbólico, los aniversarios en la música popular tienen un sabor especial. Sobre todo, cuando son redondos; por ejemplo, el número 50. Medio siglo da para tantos cambios de estilos, gustos y modas, que un disco novedad entonces, hoy se considera reliquia prehistórica. Lo bueno es que, entre la persistencia del formato físico (como en la Mediateca) y la oferta en streaming, es posible recuperarlo y disfrutarlo, corresponda o no a tu generación.

Este mes regresamos a 1973 de la mano de Mike Oldfield y Tubular Bells. ¿Te unes al viaje?

Richard Branson en 2015. El magnate, ahora más conocido por sus aventuras espaciales, fundó Virgin Records en 1972 e instaló un estudio de grabación en The Manor (Oxfordshire), dos factores claves en el despegue de Mike Oldfield. Con los años, la relación entre ambos se tornó insostenible, hasta llevar a la ruptura en 1991. (Autor: Casa Catham. Wikimedia Commons CC BY 2.0)

Al igual que otros prodigios de la música, la relación de Michael Gordon Oldfield con los instrumentos se remonta a la niñez. Aprendió a tocar la guitarra con diez años; a los 12 actuaba en clubes y fiestas locales. Dejó la escuela a los 15 y se unió a su hermana Sally en un dúo folk. Después, sería bajista y guitarrista en otros proyectos. Mientras tanto, había ido dando forma a una pieza instrumental larga que bullía en su cabeza y grabado una cinta de demostración con algunas secciones. La oportunidad definitiva llegó en 1972. Desde finales del año anterior, echaba horas como músico de sesión en un estudio propiedad de Richard Branson. El productor Tom Newman y el ingeniero de sonido Simon Heyworth escucharon las demos y les gustaron lo bastante para recomendarlas a Branson, quien andaba a la búsqueda de jóvenes talentos con los que lanzar su propio sello discográfico. Convencidos de la escucha tanto él como su socio Simon Draper, decidieron conceder una semana de plazo al todavía adolescente Mike para que grabase su obra allí mismo. La invitación llegó justo a tiempo, porque a nadie más le había interesado aquella propuesta carente de potencial comercial, Oldfield estaba sin blanca y se planteaba emigrar la Unión Soviética (¿?).

Mike Oldfield en 2006. Aunque la guitarra sea su instrumento natural, en Tubular Bells lo tocó todo, excepto batería, contrabajo y flautas. (Autor: Alex Schweigert. Wikimedia Commons CC BY 2.0).

Lo que luego sería la primera parte de Tubular Bells, estaba compuesta en su práctica totalidad y se grabó sin mayor dificultad en la semana disponible en noviembre del 72. Se le permitió regresar en abril siguiente para registrar una segunda parte, siempre bajo la supervisión de Newman y Heryworth. Fue una tarea extenuante, con Oldfield tocando la inmensa mayoría de los instrumentos (de la guitarra al piano de cola) en sobregrabaciones cuya mezcla requirió el esfuerzo combinado de los tres. Mención particular a las famosas campanas tubulares, que acabaron dañadas tras haberlas aporreado con un martillo de carpintería.

La icónica portada de Tubular Bells no fue la primera propuesta. Antes, el fotógrafo y diseñador Trevor Key presentó una consistente en un huevo cocido goteando sangre. Branson quiso utilizarla para el álbum, que se iba a titular Breakfast in Bed. Afortunadamente, Oldfield rechazó ambas cosas. Y Key acabó inspirándose en el estado en que el músico dejó las campanas tubulares, para diseñar la portada definitiva con la campana doblada en un triángulo. (Autor: 32bitmaschine. Wikimedia Commons CC BY-SA 3.0).

El resultado del accidentado proceso de grabación fue una pieza de menos de 50 minutos, divida en dos grandes secciones de 26 y 23 minutos y pico, una por cara del vinilo. Teniendo en cuenta la época, con el rock progresivo en auge, no era una extensión desproporcionada. Tampoco llamaba la atención la preponderancia de lo instrumental. Lo que se salía de la norma es la ausencia de temas vocales propiamente dichos; una característica que habría sido absoluta, de no ser por la insistencia de Branson en que alguna pista incluyera voces y tener así algo que ofrecer como single promocional. Presionado a que entregase de una vez el álbum, el de Reading vomitó ante el micrófono una retahíla de gritos etílicos que la magia de la ingeniería y de la producción transformaría en la voz gutural del Hombre de Pittdown que irrumpe a mitad del lado B. El otro segmento vocal lo protagoniza el cantautor, músico y poeta Vivian Stanshall, presentando, a modo de maestro de ceremonias, los instrumentos en el lado A. Todo el conjunto se cierra con una versión de The Sailor's Hornpipe, una melodía tradicional vinculada a la Royal Navy.

La Mediateca no tiene Tubular Bells en CD individual, pero el álbum íntegro se incluye en el primero de los cuatro discos que conforman el recopilatorio Elements (1993). En formato libro, repasa la trayectoria de Mike Oldfield entre 1973 y 1991 (los años Virgin), con abundante información fotográfica y textual (en inglés).

Tubular Bells salió a la venta el 25 de mayo de 1973. Era el primer lanzamiento de Virgin Records, el recién fundado sello discográfico de Branson. En julio entró en las listas del Reino Unido; pero el pelotazo vendría después de que una ráfaga de apenas unos segundos, los iniciales del álbum, se añadiesen a la banda sonora de El exorcista, la mítica película de terror estrenada en diciembre. Durante un año, a contar desde marzo del 74, se mantuvo en el Top 10 de elepés, posicionado incluso por encima de Hergest Ridge, el segundo disco de estudio de Oldfield.

El sorprendente éxito de esta debut inclasificable (¿rock?, ¿folk?, ¿psicodelia?, ¿new age?) es todavía mayor si consideras la dificultad en extraer los habituales sencillos a 45 R.P.M. El lanzamiento de Tubular Bells se retrasó hasta octubre en los Estados Unidos, donde alcanzaría el número 3 en el Billboard 200. Allí, los distribuidores decidieron sacar un single para que se escuchase en las radios. Cortaron aquí, pegaron allá, y ¡vualá!: ya tenemos un edit titulado Now the Original Theme from 'The Exorcist'. En respuesta a aquel engendro (pero número 7 en el Billboard Hot 100, por el tirón de El exorcista), Oldfield aceptó la sugerencia de revisar un extracto del lado B del elepé, dándole un toque más acústico y melancólico. De esta manera surgió, en 1974, el primer y último sencillo oficial, imaginativamente titulado Mike Oldfield's Single (Theme From Tubular Bells):

Naturalmente, lo que todo el mundo recuerda es la asociación de Tubular Bells con la película de William Friedkin. En esto, la versión editada para radio y televisión cumplía su cometido:

El resto de la historia es archiconocido. De la noche a la mañana, el introvertido Mike Oldfield se convirtió en una estrella internacional. La crítica mayoritariamente entusiasta, los conciertos en directo, la presión mediática, las obligaciones promocionales, las vivió como una carga a sumar a los problemas psicológicos y familiares que arrastraba desde niño. A pesar de ello, y del recurso a las drogas y el alcohol, su creatividad no se vio perjudicada. De hecho, encadenó un par de producciones de patrón similar a Tubular Bells que hoy son clásicos indiscutibles (Hergest Ridge, Ommadawn); seguido de otras once gradualmente menos experimentales y más comerciales (ejemplo, el hit Moonlight Shadow). En los primeros 90 rompió su tensa relación con Branson, abandonando la compañía a cuyo despegue había contribuido decisivamente. Desde entonces, ha tenido una carrera discográfica con altibajos, reanimada periódicamente gracias al reclamo tubular (TB II, 1992; TB III, 1998; Millenium Bells, 1999; Tubular Bells 2003) y a un fandom inasequible al desaliento. Y, justo ahora, por la expectación que genera(n) la(s) inevitable(s) edición(es) del 50º aniversario y la salida de un Tubular Bells 4.

Al final, queda el legado de la obra maestra de un compositor y multinstrumentista de 19 años. Un punto de inflexión en la música de la segunda mitad del siglo XX, cuya influencia es posible rastrear en este XXI.

Etiquetas

Añadir nuevo comentario

HTML Restringido

  • Etiquetas HTML permitidas: <a href hreflang> <em> <strong> <cite> <blockquote cite> <code> <ul type> <ol start type> <li> <dl> <dt> <dd> <h2 id> <h3 id> <h4 id> <h5 id> <h6 id>
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
CAPTCHA Te pedimos que marques esta casilla para prevenir envíos automatizados.

Volver al blog


Comentarios